Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas y, además, zurdo. Probablemente de los más conocidos. (Que, a todo eso, confirmó desde su cuenta Twitter que volverá a las pistas en Abu Dhabi, donde se disputará el torneo de exhibición Mubadala World Tennis Championship entre los días 27 y 29 de este mes. Ganó en las ediciones 2009 y 2010 contra Soderling y Federer respectivamente.)
Pero lo que me interesa hoy es hablar de la dificultad que supone para un jugador diestro el partido ante un rival zurdo. Siempre implica una dificultad extra. El caso es que, al haber pocos jugadores de esta condición, se está menos habituado a los efectos de sus golpes, lo que provoca en muchas ocasiones unos inconvenientes para el contrincante diestro.
Han sido ya varios los tenistas que han confesado alguna vez preferir no verse las caras con jugadores que tienen en la izquierda su mano dominante. (Yo, una de ellos). ¿Por qué? Esta minoría ofrece efectos totalmente contrarios a los habituales, lo que hace que a veces un partido se convierta en un quebradero de cabeza. El período de adaptación a este juego es generalmente más largo que un match. El saque de un zurdo al lado de la ventaja es un golpe difícil para un diestro pues, además de ir a su revés, lo hace, si va cortado, muy escorado.
Por último está el factor psicológico. Son muchos los que salen ya con una mala predisposición por tener delante a un tenista cuya mano hábil es la izquierda, cuando en realidad la actitud que hay que tomar debe ser más positiva de lo habitual para intentar de esta forma contrarrestar su juego.
En la actualidad existen 8 tenistas zurdos dentro del top 50, lo que representa un 25%. Cuatro de ellos están metidos dentro de las 30 primeras raquetas del mundo. A parte de Rafa Nadal están Fernando Verdasco, Jürgen Melzer, Martin Klizan, Thomaz Bellucci, Feliciano López o Jarko Nieminen.
Uno de los datos que más confirman la dificultad extra de enfrentarse a un zurdo es el head to head que los mejores tenistas suelen tener contra zurdos. El número uno del mundo, Novak Djokovic, por ejemplo, se ha enfrentado 78 veces en su carrera contra tenistas zurdos y de ellas perdió en 26 casos. Eso sí, la mayoría han sido contra Rafa Nadal.
Algo parecido le ocurre al suizo Roger Federer que ya ha confesado en muchas ocasiones lo mucho que le gustaría ser zurdo para obtener beneficios en el saque de le ventaja. El helvético, de las 198 derrotas que ha sufrido a lo largo de su carrera, 29 fueron contra zurdos. Y, al igual que le ocurre a Djokovic, fueron ante el español Rafa Nadal.
También Andy Murray y David Ferrer tienen que sufrir con este "dilema". Aunque ellos poseen números ligeramente peores cuando tienen a un jugador zurdo delante. El escocés tiene un 75% de victorias y el alicantino un 58%.
No a todos se les da peor medirese a jugadores cuya mano hábil es la izquierda. Tomas Berdych o Jo-Wilfried Tsonga tienen mejores promedios ante este tipo de tenistas. Pero no llegan al nivel de Rafa Nadal, que sólo ha perdido 6 de los 69 partidos en los que se ha medido contra zurdos. Siendo el último con Verdasco en la pasada edición del Masters 1000 de Madrid.
Precisamente el madrileño es otro de los tenistas que sabe jugar contra jugadores de su condición. Su récord contra zurdos es de 49-24.
ZURDOS NÚMEROS 1
Todos estos motivos explicados provocaron que la lo largo de la historia del tenis hayamos podido disfrutar de la presencia de varios zurdos en la cima. John McEnroe, Rod Laver o Jimmy Connors fueron algunos de los ejemplos que alcanzaron el número 1 empuñando la raqueta con la mano izquierda.
Más recientemente están Marcelo Ríos, Thomas Muster o el anteriormente citado Rafa Nadal. Otro día os hablaré de cuál es su secreto. Por hoy os dejo un vídeo recordando jugadas de Marcelo Ríos.
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