Dienstag, 12. März 2013

Andy Murray: premio Laureus e irregularidad en Masters 1.000


El doble medallista en Londres 2012 y campeón del US Open vio reconocido su gran paso adelante de 2012 en los ‘Oscar de los Deportes’. Andy Murray (Dunblane, 15- 05-1987) ha sido galardonado con el Premio Laureus a la revelación del año en la gala celebrada en Río de Janeiro. El tenista escocés superó en la votación del jurado al futbolista brasileño Neymar, el nadador francés Yannick Agnel, la gimnasta estadounidense Gabby Douglas, el atleta granadino Kirani James y la nadadora china Ye Shiwen.




Pero lo que realmente me interesa, y aprovechando su presencia en el Paribas Open o, lo que viene a ser lo mismo, el Indian Wells, es hablar de la irregularidad de este tenista en los Masters 1.000La categoría de oro ATP representa un caballo de difícil doma para el tenista de Dunblane en los últimos tiempos. Un auténtico vivero de puntos disponibles donde poder recortar terreno y plasmar en las clasificaciones oficiales el crecimiento deportivo experimentado en los últimos meses. En Indian Wells, donde podría ascender al segundo peldaño del escalafón, tiene la primera piedra para empezar a consolidar el asalto definitivo.

Pese a completar la mejor temporada de su trayectoria deportiva, Andy echó el cierre al curso 2012 a más de 5.000 puntos de la cabeza. Convertirse en el primer británico en alcanzar la final de Wimbledon en los últimos 74 años, despojarse de los grilletes psicológicos al clavar los dientes sobre la presea dorada en los Juegos Olímpicos de Londres o conquistar su primer Grand Slam en Nueva York fueron algunos de los hitos sellados por el fornido atleta de Dunblane. No obstante, pese a morder repetidas veces la historia, su distancia respecto a la cabeza de la disciplina seguía siendo notable.

El tenis, con un calendario cuyo sol sale en enero y no desaparece hasta noviembre, requiere de una regularidad sin fisuras durante largo tiempo. Brillar de forma esporádica, aun haciéndolo en los escenarios más brillantes del trayecto, no asegura más que unas breves gotas de gloria en cuando a liderazgo se refiere. Ser capaz de reiniciar el sistema y acudir a cada torneo con garantías de pelear hasta las últimas rondas representa un requisito fundamental para optar a los puestos de privilegio.

Última temporada de Andy Murray en Masters 1000
París-Bercy | Octavos de final
Shanghai | Final
Cincinnati | Octavos de final
Canadá | Octavos de final
Roma | Octavos de final
Montecarlo | Cuartos de final
Miami | Final
Indian Wells | Segunda ronda
Como nota curiosa podemos destacar que el británico fue el único top5 que cerró la temporada sin ser capaz de alzar un cetro de la primera categoría ATP. No debe ser confundida la estadística con criterio reduccionista, y ponderar sobre la incapacidad de Andy para bregar en este tipo de eventos pues hasta ocho campeonatos de tal calibre brillan en su vitrina, habiendo capturado todos los disputados sobre cemento al aire libre a excepción del presente Indian Wells. Además, durante 2012 el escocés pisó dos finales y dispuso de hasta cinco pelotas de partido para haber amarrado el título de Shanghái. Lo realmente llamativo, sin embargo, llega al contemplar el cuadro completo de la temporada. 

En cinco de los ocho eventos de la categoría disputados en 2012 fue incapaz de superar los octavos de final, únicamente superando en dos de ellos el antepenúltimo partido (incluyendo derrotas ante el #32, #69 y #92 del circuito masculino). Dicho de otra manera, en cinco de los ocho Masters 1000 donde firmó presencia durante la campaña anterior, el británico cerró su participación con una o ninguna victoria en el zurrón. Un bagaje paupérrimo para el tercer jugador del mundo. 

Para tomar conciencia de la porosidad mostrada por Andy, basta contrastar lo siguiente: Nadal sumó más puntos en Masters 1000 que Murray durante 2012 pese a haber jugado tres torneos menos que el británico. Y la brecha se estira por encima del millar de puntos (2810 de Rafa respecto a 1750 de Andy). Para tener una percepción más gráfica de la brecha de rendimiento existente entre Murray y el resto de grandes estrellas del circuito masculino en este tipo de torneos, basta calcular la obtención porcentual de puntos obtenidos en los torneos ATP más importantes del año. Tendremos en cuenta al conocido como Big4 y apreciaremos de inmediato el déficit presentado por el competidor de Dunblane.



Roger Federer (62.75%), Novak Djokovic (59.4%), Rafael Nadal (56.2%), Andy Murray (21.8%). El tenista escocés rinde tres veces por debajo que el resto de líderes masculinos. Mientras helvético, serbio y español rondan el 60% de puntos posibles recogidos, el escocés a duras penas recolecta una quinta parte de lo que la competición le ofrece. Una grieta, aunque apaciguada por su rendimiento en Grand Slam –tres finales consecutivas-, que termina por mantenerle notablemente apartado por la primera posición del circuito.

Incluso, jugadores con menor recorrido en este tipo de eventos como David Ferrer (estrenó palmarés el pasado curso en Bercy) y Tomas Berdych (un título ocho años atrás y dos finales) fueron capaces de obtener un botín de puntos superior al competidor británico. Es decir, el tercer jugador del mundo descendió su caché hasta el sexto puesto en torneos de Masters 1000 durante los últimos 12 meses

Andy cambió su ruta respecto a anteriores campañas y se volvió a recluir en Florida para trabajar a fondo su cuerpo de cara a la siguiente cita. Poner en marcha la maquinaria para cada torneo configura un modo de actuar adquirido por el escocés, buscando una regularidad roída en los últimos tiempos. 
En el último ciclo de Grand Slams, Murray presenta un balance muy parecido al del número 1 del mundo. Ambos alcanzaron tres finales, ambos sellaron un título y ambos quedaron a las puertas de la gloria en el major restante (semifinalista Novak, cuartofinalista Andy). Pero haciendo balance en Masters 1000, una distancia de 5.100 puntos separa a ambos en las listas oficiales.


Los Masters 1000, en términos globales, reparten más puntos que los Grand Slam. Y el escocés es plenamente consciente del esquema a trabajar. Conoce los puntos de mejora. Indian Wells, donde comenzó la tortura de 2012,  le ofrece la primera gran oportunidad para recortar terreno. Puede salir número 2 del mundo pero, sobre todo, puede empezar a convencerse de pulir una regularidad para luchar por lo más grande: soñar con habitar el ático de la disciplina. 










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